¿ERES MAMA Y SUEÑAS CON EMPRENDER DESDE CASA?

En octubre de 2017, mi vida dio un giro que nunca imaginé. Llevaba años trabajando como Directora de tienda en una multinacional, liderando equipos y alcanzando metas ambiciosas. Pero todo cambió cuando, tras dar a luz a mi primer hijo, me diagnosticaron cáncer de pecho.

Mi bebé tenía solo siete meses cuando fui sometida a una mastectomía, y durante los siguientes años, enfrenté cinco operaciones más para la reconstrucción. Mientras me recuperaba físicamente, mi mundo laboral, que alguna vez fue una fuente de orgullo, comenzó a desmoronarse a mi alrededor.

Después de regresar al trabajo tras mi recuperación, me encontré con un ambiente hostil. La empresa que había sido mi segundo hogar me estaba empujando hacia afuera, utilizando tácticas sutiles y manipulaciones para hacerme renunciar, sabía que tenía la ley de mi parte, pero después de todo lo que había pasado, no tenía fuerzas para luchar.

Lo único que deseaba era paz y estabilidad para mi familia y para mí. Fue en ese momento que decidí que tenía que crear algo propio, algo que me permitiera trabajar desde casa y ser la madre presente que mi hijo necesitaba.

Sin embargo, emprender no era una tarea sencilla. Mis miedos eran enormes: la inseguridad económica, el temor a fracasar, y las dudas sobre si realmente podría tener éxito en un mercado tan competitivo, además, las secuelas emocionales y físicas del cáncer seguían pesando sobre mí, lo que a menudo me dejaba paralizada ante la idea de tomar grandes decisiones.

Sentía que estaba atrapada entre la necesidad de seguir adelante y la sombra constante de lo que había vivido.

En un intento por encontrar mi camino, probé varias cosas, invertí en publicidad en redes sociales, creé contenido casi a diario, y asistí a cursos de todo tipo. Sin embargo, los resultados eran decepcionantes, apenas lograba generar ingresos, y lo que ganaba no compensaba el tiempo, esfuerzo y dinero invertidos.

Empezaba a dudar si alguna vez podría convertir mis sueños en realidad.

El punto de inflexión llegó una tarde de invierno, en diciembre de 2019, recuerdo estar sentada en mi sala, mirando la pila de facturas y sintiendo una angustia que me aplastaba. Me dije a mí misma que no podía seguir así, que no podía dejar que el miedo dictara mi vida, ese fue el momento en que decidí que debía encontrar una manera diferente, una que fuera auténtica y que me permitiera aprovechar mi verdadera fortaleza.

Decidí cambiar mi enfoque y centrarme en lo que realmente me apasionaba y en lo que sabía que podía ofrecer al mundo, comencé a crear un proyecto alineado con mis valores, uno que me permitiera trabajar desde casa, pero que también me llenara de satisfacción.

A través de esta búsqueda, encontré un modelo que finalmente empezó a dar frutos.

Hoy, no solo he logrado crear un negocio sostenible desde casa, sino que he transformado mi vida de maneras que nunca imaginé. He aprendido que el verdadero éxito no se mide en cifras, sino en la capacidad de superar los retos y en el impacto que podemos tener en los demás.

Ahora, mi misión es ayudar a otras personas, especialmente a madres que, como yo, han enfrentado grandes dificultades, a que descubran su propio camino hacia la independencia y la auto realización.